TRATAMIENTO ADICCIÓN A LOS VIDEOJUEGOS SEVILLA

Acompañamiento a adolescentes con dependencia a los videojuegos.

Los juegos actuales ofrecen una experiencia inmersiva con estímulos visuales, sonoros y de movimiento que capturan completamente nuestra atención y concentración. Estos juegos permiten a los jugadores experimentar ser diferentes: más fuertes, hábiles o extrovertidos, y fomentan la interacción y colaboración con otros jugadores, promoviendo la creación de equipos y la integración social basada en habilidades de juego.

Los videojuegos multijugador en tiempo real (como MMORPG y MOBA) son especialmente populares.

Los videojuegos estimulan el sistema de recompensa del cerebro, liberando dopamina y otros neurotransmisores. Este proceso de refuerzo puede llevar a la adicción, desplazando otras actividades placenteras.

En años recientes, se ha notado un aumento en la adicción a los videojuegos, caracterizada por un impulso incontrolable y compulsivo hacia el juego, y una incapacidad para regular el deseo de jugar.La adicción a los videojuegos es un tipo de adicción conductual, común en jóvenes varones, aunque se está extendiendo a otros grupos demográficos. La sociedad enfrenta el reto de reconocer esta adicción como un trastorno mental.

La Organización Mundial de la Salud ha advertido sobre los riesgos para la salud que implica la adicción a los videojuegos.Esta adicción puede impactar negativamente en la salud mental de la persona, afectando áreas como las relaciones sociales, familiares, escolares, laborales y la autoestima.

Los signos comunes incluyen:

  • Dificultad para controlar o reducir el tiempo de juego, afectando el descanso, la alimentación y la higiene personal.
  • Priorizar el juego sobre otras actividades y intereses.
  • Continuar jugando a pesar de consecuencias negativas.
  • Tolerancia creciente hacia el juego, necesitando jugar más para obtener la misma satisfacción.
  • Síntomas de abstinencia cuando se reduce el tiempo de juego.
  • Deseo intenso de jugar, sacrificando otras actividades.
  • Pensamientos constantes sobre el juego.
  • Aislamiento y deterioro en el rendimiento escolar/laboral y en las relaciones sociales.
  • En niños, rabietas; en adolescentes y adultos, estallidos de ira si se interrumpe el juego.

  • Deterioro de relaciones sociales.
  • Deterioro de la salud física y aumento del sedentarismo.
  • Pérdida de interés en otros hobbies.
  • Problemas laborales.
  • Evadir emociones, lo que lleva a una mala regulación emocional.
  • Baja tolerancia al malestar, impulsividad y frustración.
  • Posibilidad de desarrollar otras enfermedades o trastornos.

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